35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 36 El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? 39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; 40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado. 41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan. 42 Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. 45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

¡Hola! ¿Qué tal? Bienvenidos a otra edición de Lunes de Liderazgo. Mi nombre es Michael Hight. Como siempre es un privilegio, un gusto de estar aquí de nuevo con ustedes, estamos mirando y estudiando un libro que se llama “Liderazgo Espiritual” que fue escrito por J. Oswald Sanders. Hemos visto varias cosas de liderazgo desde ese libro, pero hoy queremos tocar el tema del “Principio del Maestro”. ¿Qué es lo que enseño Cristo que fue diferente? Yo he leído y yo sé que ustedes también han leído libros sobre Fidel Castro, como Che Guevara; hombres que fueron revolucionarios. Cristo fue un revolucionario también pero nunca tomo armas, nunca esforzó a alguien de hacer algo que no quería hacer. Hasta ahora por 2,000 años aún tiene seguidores que están dispuesto a morir por su líder. ¿Qué fue diferente del liderazgo de Jesús? ¿Por qué sus seguidores son tan fieles a Él? Y ¿Cómo podemos aplicar eso a nuestra vida?   Hay una historia en el libro de Marcos, cuando Santiago y Juan vienen a Jesús y ellos quieren recibir la mejor posición en el reino. Mire lo que dice la Biblia en Marcos 10:35 dice: “Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 36 El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”. Su pregunta, la petición de Juan y Jacobo es: “Creo que Señor sabemos que Tú tienes un reino, Tú eres un Rey y cuando viene en su gloria yo quiero estar a su derecha, el otro a su izquierda por ser los mejores seguidores de ti”. Pero Cristo dijo: “No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? 39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; 40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado. 41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan. 42 Mas Jesús, llamándolos, les dijo”. Aquí es la diferencia, mira dos cosas: Cristo pidió por el sufrimiento “¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?” ¿Pueden seguirme en mi sufrimiento? Los seguidores de Cristo tenemos la carga y la responsabilidad a sufrir para el reino de Dios es parte de la obra de Dios para sus líderes a sufrir.   Pero también el liderazgo es soberano, hay un sentido que puede tener todo talento, toda la capacidad intelectual, toda la capacidad en su personalidad, pero eso no te hace un líder, lo que te hace un líder es que Dios te llama, que Dios te ha puesto en un lugar específico Cristo dijo “pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado”. Yo recuerdo en el año 97 cuando yo fui ordenado al ministerio para predicar la palabra de Dios, fue un hombre que oro por mí,  varios de los pastores en la área estaban pasando y cada uno oro por mi cosas diferentes y yo recuerdo ese hombre que dijo: “recuérdele Señor que a veces él va a pensar que está solo, recuérdale Señor que a veces su familia no va a entender, que a veces el público no va a entender, a veces la iglesia no va a entender, pero recuérdale que tú siempre vas a estar allí con él porque Tú has llamado este joven para predicar tu  palabra. Yo he llevado estas palabras en mi mente por ya mas de 20 años y en este tiempo, yo he pasado por ríos difíciles que la única razón de no rendirme o la única razón por la cual no tire la toalla blanca, fue porque Dios tuvo su mano sobre mi vida. Y yo entendí que yo estoy aquí porque Dios quiere que yo esté aquí.   La obra del Señor y especialmente entre los lideres es una obra soberana que Él tiene el control, Él puede levantar, Él puede disminuir cualquier persona que Él quiere. Pero mira la diferencia en el liderazgo, entre un revolucionario como Che Guevara y Jesucristo. Cristo dijo “Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad. 43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor 44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. 45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.   La diferencia es que los seguidores de Jesús entienden que van a tener sufrimiento, entienden que la obra de Dios es soberana, que Dios es el único que puede poner un líder espiritual en un lugar especial y entienden que su rol, es el rol de siervo. Recuerde lo que Cristo hizo en la última noche de su vida, Él no demando cosas de sus discípulos, de sus apóstoles, no. Él tomo una toalla como un siervo y lavó los pies de los apóstoles y después Él dijo ahora tu ve y haz lo mismo. A veces en el liderazgo pensamos que somos los guías, que somos número 1 y los demás están debajo de nosotros, pero en realidad lo que hace un líder espiritual es que él se considere a sí mismo como siervo y está sirviendo a los demás. Cuando predicamos estamos sirviendo a la gente que va a escuchar nuestra palabra, cuando estamos dando consejo estamos sirviendo a las personas con lo cual estamos aconsejando. Siempre, siempre estamos sirviendo a los demás, eso no nos hace menos de los demás. Pero es la ruta que Dios nos ha llamado, que Dios quiere para nosotros.   Hermanos, hermanas piense en su capacidad de servir, en su ministerio ¿Está sirviendo a la gente o esperas que la gente sirva a ti? Cuál es su respuesta, espero que es conforme a los deseos y el plan del Señor Jesucristo, que la persona que sea grande entre vosotros será siervo de todos. Y aquí la razón porque el Hijo del hombre no vino para ser servido sino para servir. Si Cristo vino para servir cuanto más debemos nosotros servir unos a otros. ¡Dios le bendiga! Este es tu siervo hermano Mike. ¡Bendiciones!