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Ene 09, 2019 19:42pm
Hay Que Invertir – #3
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“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” ‭‭S.Juan‬ ‭12:24‬ ‭RVR1960‬‬

En nuestros días, siempre que queremos enfatizar algo subrayamos una parte del texto, la coloreamos o la colocamos entre comillas, en los tiempos de Jesús siempre que ellos querían enfatizar algo simplemente utilizaban la repetición. Ejemplo de ello es “de cierto, de cierto os digo” o en otras palabras “en verdad, en verdad os digo” ¿Qué era aquello tan importante que nuestro Maestro quería enseñarnos?

El utiliza una ilustración para enseñarnos una gran verdad espiritual. “si el grano de trigo no cae a tierra y muere queda solo, pero si muere lleva fruto” recuerdo que cuando era niño mi papá me llevaba a la chacra a acompañarlo y veía como él sembraba la papa. La siembra no era un evento muy emocionante, simplemente escarbaban un poco de tierra y colocaban una pequeña papa. sin embargo después de esto, con el paso de los días germinaba una pequeña planta, a la cual tenían que cuidar muy bien ya que de lo contrario perderían toda la cosecha, así que vez tras ves cultivaban la tierra, retiraban la yerba mala, la fumigaban y después de algunos meses llegaba el momento más emocionante de todo este proceso: La cosecha. Era increíble ver como de una pequeña papita salían un montón de papas grandes . Era una experiencia muy hermosa que me tocó vivir.

Algo muy semejante pasa con la semilla de trigo, esta cae a tierra y muere, sin embargo, antes de morir germina de ella una pequeña planta, que, si uno la cuida muy bien en su primera cosecha obtendrá de ella entre 800 y 1000 granos de trigo, una cosecha realmente abundante.

Este grano de trigo representa a nuestro Señor Jesucristo, el cual cayó a tierra, cuando de forma voluntaria dejo su gloria y descendió a este mundo de maldad, en medio del cual entregó su vida como el sacrificio perfecto por nuestros pecados. La inversión de su vida por el bien de la humanidad tuvo como resultado un gran éxito. La resurrección y la salvación de todo aquel que en el crea. No importa de qué pueblo, lengua o nación seas, los brazos de la gracia están abiertas para ti, si humildemente vas a él en arrepentimiento y fe.

Nuestro salvador dio todo se si, nosotros debemos de hacer lo mismo ya que si no estamos dispuestos a invertir nuestra vida en el Reino de Dios y morir diariamente a nuestro yo, nunca gozaremos de las bendiciones que nuestro amado Dios ofrece a sus hijos obedientes.

Hace algunos años atrás Dios permitió que fuera a Bolivia a estudiar en el Seminario y a estudiar Medicina, sin embargo, después de concluir mis estudios, sentí el mismo llamado que Dios le hizo a Abraham al decirle “quiero que me sacrifiques a Isaac a quien tu amas” después de casi 8 años de estudio sentí que Dios me decía: deja a un lado tus planes de especialidad, comodidad y prosperidad económica, por una vida de servicio. Quiero que me sirvas como misionero. Tomar esta decisión era morir a mis sueños y planes personales, pero no tenía otra opción ya que cuando te topas con los ojos del crucificado y lo ves caminando a la cruz por amor a ti solo un camino te espera: ir a donde él te envíe y hacer lo que él quiere que hagas. Ya han pasado casi dos años que comenzamos la misión y al ver a algunas personas que han pasado de muerte a vida, entiendo que realmente valió la pena.

Mi amado salvador invirtió su vida para salvarme ¿Cómo yo, no he de hacer lo mismo? ¿a qué tienes que morir tu para que otros tengan vida?

–Paul Tinoco Huaraca

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