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“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir,” ‭‭2 Pedro‬ ‭3:11‬ ‭RVR1960‬‬

El apóstol Pedro en la primera parte de este texto nos habla de los eventos que ocurrirán en el Día del Señor. El día del Señor es un evento futuro donde Dios intervendrá de una forma extraordinaria y milagrosa en la historia de la humanidad, será un tiempo de juicio como nunca antes, que culminará en el juicio final de los malvados en la tierra y en la destrucción de todo el universo.

Dice el texto “puesto que todas estas cosas han de ser deshechas” esta es una referencia a que en los últimos tiempos todo el universo será destruido por el fuego. El poder de Dios consumirá todo el reino material, el planeta entero con sus civilizaciones, ecosistemas y recursos naturales y el universo celestial será consumido. sin embargo, en medio de toda esta destrucción, el Señor protegerá su rebaño.

Si creen que las cosas están mal en este mundo, no se imaginan lo que vendrá en los últimos tiempos, un tiempo de juicio para la humanidad entera. El Señor Jesucristo vendrá con gloria y poder y juzgará al mundo entero, destruirá a sus enemigos y todo el universo dejará de existir, siendo reemplazado por un cielo y una tierra nueva donde sus hijos vivirán para siempre con él, por el contrario, aquellos que por todas las edades han rechazado su nombre, han menospreciado su cruz y han vivido sin Dios en este mundo enfrentarán las consecuencias eternas de su pecado.

Ante este evento inminente, el apóstol Pedro exclama lo siguiente “,! cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir¡” El apóstol Pedro hace un llamado a sus oyentes a vivir acorde a la esperanza que tenemos en Cristo, recuerden que este mundo no es nuestro hogar, aquí solo somos peregrinos y extranjeros, así que no echemos raíces en esta tierra ya que en el día menos pensado estaremos al lado de nuestro salvador.

Un cristiano a diferencia de un incrédulo sabe de dónde viene, sabe porque está aquí en el mundo y sabe en donde estará en el futuro. ¿Cómo no hemos de vivir diferente a los demás? Si se con seguridad que este mundo un día será destruido ¿Cómo he de invertir tiempo, recursos y dinero en solo cosas temporales? Cosas que un día desaparecerán, cosas que un día quedarán en el olvido.

Por el contrario, debo de vivir como un embajador del reino celestial en este mundo. Recuerden que un día no muy lejano estaremos cara a cara con nuestro redentor, aquel que nos salvó y se entregó así mismo por nosotros. ¿Cómo hemos de presentarnos delante de él? Sinceramente no me gustaría agachar la cabeza de vergüenza reconociendo que no lo he dado todo por el en este mundo, sinceramente no me gustaría estar delante de él lamentándome por el tiempo que desperdicie en las cosas de este mundo y no en los asuntos del reino.

Debemos de esforzarnos por vivir una vida santa, una vida que caracteriza a un hijo de un Rey, nuestras acciones y comportamiento externo debe reflejar esto, a su vez debemos de esforzarnos por vivir una vida piadosa, cultivar nuestro ser interior deber ser una prioridad en nuestras vidas, nuestro corazón cada día debe de ser más semejante al corazón de cristo.

Así como este mundo un día será sacrificado y consumido por el fuego, de la misma forma debemos de presentar nuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. cada día al estar en su presencia, debemos dejar que el fuego de Dios consuma toda contaminación y corrupción en nuestro ser. Solo cuando estemos más cerca de él, es que podremos estar más lejos del pecado.

–Paul Tinoco Huaraca