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Oct 16, 2018 16:23pm
Familia Amorosa – #2
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“Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” Génesis 4:9 RVR1960

Los primeros hijos que Adán y Eva tuvieron fueron Caín y Abel, uno era agricultor y el otro pastor de ovejas. No sabemos mucho acerca de ellos, pero si que un determinado momento ambos llevaron una ofrenda al Señor. Caín llevo del fruto de la tierra y Abel por su parte llevo el fruto escogido del rebaño.

Dice el contexto “y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya” ¿Por qué acepto Dios la ofrenda de Abel y rechazo la ofrenda de Caín? no creo que fuese por la ofrenda en si, ya que mas adelante Dios estableció la ofrenda de alimentos, sino por su corazón, Abel tenia un corazón humilde delante de Dios en contraste con el corazón arrogante que tenía Caín. Saben no importa cuan religioso sea uno ni cuan grande sea tu ofrenda, Dios no la acepta si esta no va acompañada de un corazón movido por el espíritu.

Después vemos que Caín en lugar de arrepentirse por su pecado, reaccionó con hostilidad frente a Dios y su corazón se llenó de celos contra su hermano, entonces Dios interviene y le llama la atención por su estado de ánimo, Dios sabia que la ira que tenía pronto se manifestaría en acciones violentas . El pecado es así, es como una fiera bestia que esta a punto de devorar a quien se lo permita.

Caín no tomó en cuenta el consejo de Dios y con engaños llevo a Abel su propio hermano al campo para matarlo. Aquí vemos el primer homicidio en la Biblia.

Después de esto Dios le pregunta por su hermano menor y le dice : ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?. Caín responde con sarcasmo “¿acaso yo soy un guardián de mi hermano, así como lo es él de sus ovejas? A la arrogancia, ira y asesinato, se suma un pecado más y es la mentira. Así trabaja el pecado tan pronto tu permites que una pequeña chispa entre en tu vida pronto veras que tu casa arderá en llamas.

Caín era el hermano mayor, su deber era proteger a su hermano menor, amarlo, cuidarlo y velar por él, sin embargo hizo todo lo contrario.

¿Qué de nosotros? Recuerden que la iglesia es una familia, todos somos hermanos ya que Dios es nuestro Padre, en consecuencia tenemos una responsabilidad tremenda y es el de velar por nuestros hermanos en la fe. Muchos llevamos varios años en el cristianismo y es nuestro deber cuidar de nuestro hermano menor, aquel que por la fe llegó a los pies de Cristo, debemos de instruirlos, cuidarlos, protegerlos y alimentarlos con la palabra de Dios. se que no será una tarea fácil ya que nuestra naturaleza pecaminosa desea todo lo contrario, ella desea que en vez de amor haya odio, que en vez de paz haya discordia, que en ves de cuidado haya desatención.

Cuantas veces no he preguntado a algunos hermanos ¿que es del amigo que invitaste hace poco a la iglesia? O ¿qué es de tu hermano o hermana en la fe? y pareciera que escucho las mismas palabras que dijo Caín “no se, que será de su vida” “¿acaso soy guardián de mi hermano?”

Reconozco que como hermano he fallado muchas veces, reconozco que en el día paso más tiempo pensando en mí mismo que en el bienestar de mi hermano, Dios nos ayude a reflexionar en este día sobre nuestro trato a la familia de la fe. Qué hermoso sería darnos un tiempo el día de hoy visitando al enfermo, animando al hermano que ha caído, llamando al hermano que hace poco decidió seguir a Jesús, buscando un discípulo y velando por las necesidades de los demás. Dios los bendiga.

–Paul Tinoco Huaraca

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