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“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Efesios‬ ‭5:1‬ ‭RVR1960‬‬

Como creyentes tenemos un meta y esa es el ser cada vez mas semejantes a nuestro Dios, y para lograrlo, simplemente tenemos que ser buenos imitadores de él.

Los niños están constantemente aprendiendo y el principal medio de aprendizaje es a través de la imitación, imitamos gestos, tonos de voz, formas de expresarse, de relacionarse, de interactuar, de resolver situaciones complejas, de reclamar, de defenderse, de argumentar, y muchas otras cosas más de nuestros padres. Cuantas veces de pequeños no nos hemos sentado en un camión intentando conducir como nuestro padre, tengo un hijo de 7 meses que ya aprendió a dar besos, cada ves que tu le das un beso , el te lo devuelve, ellos aprenden todo lo que ven de nosotros. Si nos fijamos detalladamente muchas cosas que hacemos como adultos es simplemente un reflejo de nuestros padres.

¿Sabían que Jesús hacia lo mismo? El en cierta ocasión dijo lo siguiente “el Hijo (refiriéndose a él) no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo” waoo, cuanto me gustaría decir lo mismo algún día, paúl no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente hace aquello que ve al padre hacer.

¿Queremos ser buenos imitadores? Sentémonos a los pies del maestro cada día, observemoslo detalladamente y tratemos de imitar su conducta. Que sus palabras sean nuestras palabras, que sus acciones sean nuestras acciones, que sus metas sean nuestras metas, que aquello en lo que él invierte su tiempo, sea aquello en lo cual nosotros invirtamos nuestro tiempo, que aprendamos a amar lo que el amo y aprendamos a odiar lo que él odio.

Se que no es una tarea fácil, pero no tiremos la toalla, nunca nos demos por vencido.

El museo del Louvre en París probablemente sea el museo de arte más famoso del mundo. Está lleno de pinturas de los maestros: Rubens, da Vinci, Delacroix, Miguel Ángel y otros. Durante la temporada baja, el Louvre abre sus puertas a los que aspiran a ser artistas que vienen a copiar a los maestros. Se sientan allí hora tras hora frente a una pintura y tratan de reproducirla exactamente. Amal Dagher, un hombre de 63 años que ha estado copiando pinturas en el Louvre durante más de 30 años, continúa aprendiendo de los maestros. Amal dijo en cierta ocasión: «Si estás demasiado satisfecho contigo mismo, no puedes mejorar.»

Nunca en nuestra vida cristiana pensemos que ya lo hemos alcanzado, si hacemos eso dejaremos de mejorar, cada día esforcemonos por ser mas semejantes al maestro. recuerden que nuestra es vida es como un lienzo, tenemos que pintarla de santidad, amor, verdad, sabiduría, compasión, gozo, fe y todo aquello que veamos en nuestro Señor Jesucristo. Dios nos ayude a hacerlo cada día.

–Paul Tinoco Huaraca