(Centro De Vida)
Scripture
Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta.
Hay días que parecen no terminar. Para Jesús, este fue uno de esos días. Después de enseñar en la sinagoga, expulsar un demonio, sanar a la suegra de Pedro, uno pensaría que se tomaría un descanso. Pero el anochecer trajo nuevas multitudes, nuevos enfermos, nuevas almas que necesitaban ser tocadas. Lo que ocurrió esa tarde no fue una reunión común, fue una demostración del corazón de Jesús y su Reino en acción. Observemos lo que Marcos 1:32-33 no dice: Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; 33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta. ¿Por qué esperar hasta la puesta del Sol? El motivo por el cual esperaron hasta la puesta del sol es que era sábado, y según la ley judía, llevar cargas o personas en camilla se consideraba trabajo. Pero tan pronto terminó el día de reposo, las familias salieron con urgencia, trayendo sus cargas a Jesús. Es muy importante observar que la palabra “muchos” en este contexto no significa que sanó a unos pocos nada más, sino que eran tantos que el escritor de Marcos no pudo contarlos. Cada uno fue tocado. Cada uno fue restaurado. No hay indicio de que haya rechazado a alguien. Este evento resalta varios aspectos importantes del ministerio de Jesús: Primero; Su incansable compasión: Aunque había tenido un día lleno, Jesús no puso límites a su servicio. Su corazón por las almas dolientes era más fuerte que el cansancio físico. Esto nos muestra que su amor no se agota. Segundo; Su poder es para todos: Jesús no sanó a unos pocos privilegiados. La puerta de la casa se convirtió en un lugar de encuentro entre el dolor humano y la compasión divina. Donde hay fe, Él actúa. Tercero; El Reino surge en lo cotidiano: Esto no fue en una sinagoga ni en un templo, sino en la puerta de una casa, un lugar común. Jesús transforma lugares ordinarios en escenarios de su gloria. Cuarto; El poder de la fe: La gente no vino solo por ellos mismos, sino que trajeron a otros. Fue un mover colectivo. Fe compartida, compasión en acción. ¿Cuántas veces hemos dicho: "Dios está muy ocupado para mí"? Este relato derriba esa mentira. Jesús, aun cansado, se dio por completo. Él no rechaza al que viene a Él. ¿Te has acercado a su puerta con tu necesidad? ¿Estás cargando a otros hasta Él, como hicieron esas familias? Hoy Jesús no está en una casa en Capernaum, está disponible por medio del Espíritu Santo, esperando que vengamos con fe. No importa si es tarde, si el día parece haber terminado, Él aún está disponible para ti. Me gustaría que hicieras esta oración conmigo y le digamos: Señor Jesús, gracias por no cansarte de nosotros. Gracias por recibirnos incluso cuando la multitud es grande y el día parece largo. Ayúdame a traer mi necesidad ante ti, y también a llevar a otros a tu presencia. Que en mi casa también se agolpen los que te buscan. Amen
Other media in this series
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)
(Centro De Vida)